












La estructura del lugar solo contiene y esconde la libertad que se puede crear en su interior. También hay posibilidad de ser transparente, un transeúnte libre en un espacio que protege, que solo es testigo de vivencias. Un testigo mudo. Diego Rainaudo en su trabajo “Compensación del Vacío” fotografía los espacios arquitectónicos que son vestigios de épocas pasadas, mostrando su grandeza tanto en dimensiones como en su resistencia al tiempo. Se funde con el paisaje registrando escenarios/reflejos/refracciones que en la ausencia del color toman corporalidad. Él respeta la línea, sigue un esquema y a la vez juega con su figura hasta fundirla en cada superficie. “Soy libre, la estructura no me deja caer, me contiene, me acepta como huésped temporario, momentáneo, desvanecido”.